Chevron pone fin a sus operaciones en Venezuela luego de que Trump revocara la licencia, mantiene poco personal y activos en ese país

La petrolera estadounidense Chevron rescindió sus contratos de producción, servicios y adquisiciones en Venezuela, y cedió el control de sus empresas conjuntas a la estatal PDVSA, tras la expiración de una licencia clave para operar en el país. Pese al cierre formal de sus operaciones, la compañía continuará en territorio venezolano con personal propio y conservará sus activos, amparada por una autorización limitada otorgada por la Administración Trump.

La licencia original fue revocada en marzo, y Chevron recibió un plazo de dos meses para liquidar sus actividades. Ese periodo concluyó esta semana, marcando el fin de sus operaciones productivas autorizadas. No obstante, la nueva directriz le permite a la empresa preservar su infraestructura sin generar ingresos para el régimen de Nicolás Maduro.

Reuniones clave

En los últimos días, ejecutivos de Chevron se reunieron con contratistas y altos funcionarios de la dictadura venezolana, incluida la ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez, para comunicar los próximos pasos. PDVSA, como accionista mayoritaria en las empresas conjuntas, asumirá ahora la gestión total del personal y la comercialización del crudo extraído.

Chevron, sanciones y el panorama político

Chevron aseguró que seguirá cumpliendo con todas las leyes y regulaciones vigentes, incluido el régimen de sanciones de Estados Unidos. Por su parte, PDVSA minimizó la decisión de su socio extranjero, afirmando que la producción se mantiene estable y que su crecimiento no depende de licencias internacionales.

La revocación de la licencia fue justificada por Donald Trump ante la falta de avances por parte del régimen de Maduro en temas como la repatriación de migrantes y las reformas democráticas. Maduro, en cambio, calificó las sanciones como una forma de "guerra económica".

Mientras tanto, desde la oposición, la líder María Corina Machado consideró la medida como “perfectamente segura y bienvenida”. En entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer, sostuvo que es vital mantener una presencia mínima que no beneficie al régimen, pero que permita a empresas como Chevron estar listas para invertir fuertemente “cuando llegue el momento”.