Rubio gana terreno frente a Grenell en el manejo de la crisis venezolana y frena el financiamiento de Chevron a Maduro
El enviado especial de Trump había afirmado públicamente que la extensión ya había sido aprobada tras registrarse “progreso” en las gestiones diplomáticas.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio
El Departamento de Estado, bajo la dirección de Marco Rubio, decidió no renovar la licencia que permitía a Chevron exportar petróleo venezolano, en una determinación tomada junto al presidente Donald Trump que contradice de forma directa las declaraciones previas del enviado especial Richard Grenell.
Rubio anunció el miércoles por la noche que la autorización, vencida el 27 de mayo, no sería prorrogada. Esto contrasta con las declaraciones recientes de Grenell, quien había asegurado públicamente que la extensión ya estaba aprobada tras haberse logrado “progreso” en el terreno diplomático.
Rubio toma el timón
Aunque Grenell ha mantenido visibilidad en la política hacia Venezuela, especialmente por su papel en la liberación de ciudadanos estadounidenses, su capacidad de influencia en decisiones clave ha ido disminuyendo. En marzo, la Casa Blanca le retiró la responsabilidad directa sobre las negociaciones de vuelos de deportación, encargando a Rubio retomar el control tras incumplimientos en las promesas hechas por Grenell.
Con la reciente resolución sobre la licencia petrolera, se confirma esta tendencia: mientras Grenell aseguraba públicamente que la prórroga estaba garantizada, fue Rubio —en coordinación directa con Trump— quien finalmente estableció la posición oficial. Una portavoz del Departamento de Estado subrayó esta jerarquía al afirmar que otras personas pueden tener opiniones, pero las decisiones las toma el Secretario de Estado.
Esta segunda desautorización pública en menos de tres meses fortalece la percepción de que Rubio no solo ha aumentado su influencia, sino que se ha consolidado como el principal gestor de la política venezolana dentro del equipo de Trump.
Chevron queda fuera
La decisión de no extender la licencia fue justificada por la Casa Blanca como un paso más en la línea dura que Trump ha sostenido contra el régimen de Maduro. “[Trump] o está dispuesto a envalentonar a este régimen socialista y corrupto”, dijo un funcionario. La posición también responde a presiones internas del Partido Republicano, Florida que habían manifestado su rechazo a cualquier concesión que beneficiara al chavismo.