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Niña mexicana de 4 años recibe su permiso humanitario y podrá seguir con su tratamiento médico vital en Estados Unidos

La Administración Trump rectificó su decisión tras revocar temporalmente el permiso humanitario de la menor.

Una imagen de la niña mexicana publicada por su madre, Deysi Vargas

Una imagen de la niña mexicana publicada por su madre, Deysi VargasGoFundMe

Emmanuel Alejandro Rondón

Una niña mexicana de cuatro años que padece síndrome de intestino corto recibió finalmente su permiso humanitario, tras semanas de incertidumbre, y podrá continuar con el tratamiento médico vital que recibe en Estados Unidos.

La Administración Trump, que había revocado temporalmente el permiso humanitario de la menor, rectificó la decisión tras protestas públicas para que la niña mexicana siga su permanencia y tratamiento en el país.

La decisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que otorgó a la menor y a su madre una extensión de su parole humanitario por un año, podría salvar a la niña de cuatro años, cuya vida depende de un tratamiento médico especializado en California.

De acuerdo con diversos reportes, la enfermedad que enfrenta la niña le impide absorber nutrientes de manera natural, por lo que requiere de nutrición intravenosa 14 horas al día, suministrada a través de una mochila especial que no se encuentra en México.

La madre de la niña, Deysi Vargas, relató a la prensa que, antes de llegar a Estados Unidos, su pequeña hija permanecía casi todo el tiempo hospitalizada en su país natal.

Actualmente, gracias incorporarse a un programa en el Children’s Hospital Los Angeles, su hija puede recibir el tratamiento en su casa en Bakersfield, California, mientras intentan llevar una vida más normal fuera de los hospitales. De hecho, gracias al tratamiento, la niña puede salir al parque, visitar tiendas y hasta convivir con otros niños.

Si bien el tratamiento no será necesario de por vida hasta que surta efecto, los médicos coinciden en que aún es esencial para su supervivencia en esta etapa. Los abogados de la familia, del organismo sin fines de lucro Public Counsel, cuestionaron a la Administración Trump en principio por revocar el permiso e indicaron que el caso expuso claras fallas en la comunicación y en los procedimientos migratorios.

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