Elecciones en Venezuela: la oposición celebra un boicot 'masivo' mientras que Maduro copta la Asamblea

Dictadura y disidencia cantan victoria, aunque por motivos muy distintos. Mientras que la primera celebra haberse quedado con 23 de 24 gobernaciones y haber superado el 80% de los votos para la Asamblea Nacional, la segunda muestra los elevados índices de abstención como prueba del éxito de su boicot.

"Volvimos a derrotar a este régimen criminal", dijo la líder opositora María Corina Machado. "Más del 85% de los venezolanos desobedecimos a este régimen y dijimos 'no'", compartió desde la clandestinidad, añadiendo que "hasta los empleados públicos" habían dado el plantón. "La gente hizo lo que ellos temían, los desobedeció masivamente".

Machado envió, además, un mensaje a los "ciudadanos militares": "El país les exige que cumplan su deber constitucional y sean garantes de la soberanía popular, es el momento de actuar, tienen la obligación de hacerlo". "Es la hora de abrir el camino a la transición".

La opositora afirmó que los comicios de este domingo ratifican los del domingo 28 de julio, en los que el régimen de Nicolás Maduro asegura haber obtenido la reelección. Las actas de las mesas electorales recopiladas por la oposición demuestran que, bien por el contrario, el ganador fue Edmundo González Urrutia con más del 60% de los votos. 

Urrutia, a quien Washington reconoce como presidente electo, afirmó que la abstención había sido “una declaración silenciosa, pero contundente, de que el deseo de cambio, dignidad y futuro sigue intacto”. 

Una escisión de la oposición, liderada por el veterano político Henrique Capriles, sí se presentó en las urnas, logrando un escaño. "¿Qué es mejor, tener voz y luchar dentro del Parlamento o dejarle en su totalidad el Parlamento al Gobierno?", sostuvo el dos veces candidato presidencial.

Por el oficialismo, ganaron asientos para la Asamblea de 2026 a 2031 la mujer y el hijo de Maduro y el actual presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez. Desde el régimen blanden las cifras de participación (42,6%) del Consejo Nacional Electoral, organismo servil al poder que respaldó el fraude de las pasadas presidenciales. La oposición sostiene que fue menos del 13%. 

Centros "vacíos" y represión 

La imagen de los comicios fue el vacío. "Calles vacías, centros desolados, hartazgo y dignidad", describió la dirigente de Vente Venezuela Xiomara Sierra, compartiendo imágenes de centros de votación: 

Otra postal de la jornada, según denunció el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), fue el hostigamiento a periodistas, a quienes se les prohibió el acceso a algunas mesas electorales. Hostigamiento que continúa la represión de la última semana, con el arresto del dirigente Juan Pablo Guanipa y de más de 60 opositores tan sólo en los últimos días.

También como parte de los preparativos, el Gobierno desplegó a más de 400.000 efectivos, restringió los pasos fronterizos y suspendió la conexión aérea con Colombia. 

Primer 'gobernador de Esequibo'

La elección incluyó por primera vez la elección de autoridades para el Esequibo, una zona en manos de Guyana que Venezuela reclama como propia. El chavista Neil Villamizar se convirtió en el primer gobernador de un estado recién creado en el área.

"Ahora nosotros con un gobernador allá con recursos, presupuesto y con todo el apoyo que le voy a dar, vamos a recuperar la Guayana Esequiba para el pueblo", prometió Maduro, quien en los últimos años arreció su campaña por tomar el territorio rico en petróleo.

"Los Estados Unidos rechaza todos los intentos de Nicolás Maduro y su régimen ilegítimo de socavar la integridad territorial de Guyana, incluida esta última farsa electoral", escribió la Oficina Externa de los EEUU para Venezuela, que días antes había asegurado de las elecciones: "No serán libres, justas ni transparentes".

Hace tan sólo dos días el secretario de Estado, Marco Rubio, dio una nueva muestra de apoyo a la oposición al recibir a cinco colaboradores de Urrutia y Machado que lograron escapar de la Embajada de Argentina en Caracas tras más de 400 días de sitio de las fuerzas del régimen.